La hernia discal afecta principalmente a los discos cervicales y lumbares

Seguro que todos han escuchado hablar muchas veces de una hernia discal, pero no todos pueden describir exactamente qué es. Y, sobre todo, hay muchos mitos y conceptos erróneos difundidos acerca de esta patología.

En el blog de esta semana les vamos a dar las claves para poder conocer e incluso identificar esta dolencia, y también vamos a desmitificar algunas afirmaciones populares que no son acertadas.

 

¿Qué es una hernia discal?

 

La hernia discal es uno de los problemas de espalda más extendidos.  De hecho, cerca del 20% de la población española tiene una hernia discal, pero no nota ningún síntoma. Habitualmente, el dolor de una hernia baja y se irradia a la pierna, lo que se conoce como ciática.

Qué es una hernia discal y cuáles son sus síntomas

Una hernia discal es una enfermedad que afecta al disco intervertebral y que, según su ubicación, producirá dolor en la zona lumbar, dorsal o cervical. Ocurre cuando todo o parte de un disco de la columna es forzado a pasar a través de una parte debilitada del disco, lo que puede ejercer presión sobre los nervios cercanos o la médula espinal.

Los huesos (vértebras) de la columna protegen los nervios que salen del cerebro y bajan por la espalda para formar la médula espinal. Las raíces nerviosas son nervios largos que se desprenden de la médula espinal y salen de la columna por entre cada vértebra.

Las vértebras de la columna están separadas por discos. Estos discos amortiguan la columna vertebral y dejan espacio entre las vértebras. Los discos permiten el movimiento entre las vértebras, lo cual permite a uno agacharse y estirarse.

Con una hernia discal, el disco se puede salir de su lugar (herniarse) o romperse a causa de una lesión o distensión. Cuando esto sucede, puede haber presión sobre los nervios raquídeos. Esto puede llevar a que se presente dolor, entumecimiento o debilidad.

La parte baja (región lumbar) de la columna es el área más comúnmente afectada por una hernia de disco. Los discos del cuello (cervicales) están en la segunda área más comúnmente afectada. Los discos de la espalda alta y media (torácicos) rara vez están comprometidos.

 

Síntomas de una hernia discal

 

El dolor ocurre con mayor frecuencia en un lado del cuerpo. Los síntomas varían dependiendo del sitio de la lesión y pueden incluir:

 

-.En la región lumbar, puede haber dolor punzante en una parte de la pierna, la cadera o los glúteos, y entumecimiento en otras partes. Se puede experimentar dolor o entumecimiento en la parte posterior de la pantorrilla o la planta del pie. La misma pierna también puede sentirse débil.

 

-En el cuello, se puede tener dolor al mover el cuello, dolor profundo cerca o por encima del omóplato o dolor que se irradia al brazo, al antebrazo y a los dedos de la mano. También se puede presentar entumecimiento a lo largo del hombro, el codo, el antebrazo y los dedos de la mano.

Con frecuencia, el dolor empieza lentamente y puede empeorar después de estar de pie o estar sentado, por la noche; estornudar, toser o reírse; al doblarse hacia atrás o caminar un rato; al hacer esfuerzo o retener la respiración. También se puede tener debilidad en ciertos músculos. Algunas veces, pueden no notarse los síntomas. 

 

En otros casos, se percibe dificultad para levantar la pierna o el brazo, para pararse en los dedos del pie en un lado, apretar fuertemente con una de sus manos u otros problemas. Incluso puede llegar a perderse el control de la vejiga. El dolor, el entumecimiento o la debilidad con frecuencia desaparecen o mejoran mucho durante un período de semanas a meses.

 

En cualquier caso, cuando hay dolor de espalda intenso que no desaparece, o entumecimiento, pérdida del movimiento, debilidad o cambios vesicales o intestinales es necesario consultar con el especialista.

 

Diagnóstico

 

Un examen físico cuidadoso y la historia clínica casi siempre es el primer paso. Según dónde se tengan los síntomas, el especialista examinará el cuello, el hombro, los brazos y las manos o la región lumbar, las caderas, las piernas y los pies.

El primer tratamiento para una hernia discal es un período corto de reposo con analgésicos, seguido o acompañado de fisioterapia

Si hay dolor en la pierna cuando el paciente se sienta en la mesa de exploración y levanta la pierna extendida, generalmente sugiere la presencia de una hernia discal en la región lumbar.

 

Si al doblar la cabeza hacia adelante y hacia los lados, mientras el especialista aplica presión ligera hacia abajo sobre la parte superior de la cabeza, se produce aumento del dolor o del entumecimiento, es un signo de presión sobre un nervio en el cuello.

 

Para confirmar el diagnóstico se puede hacer una resonancia magnética o una tomografía computarizada de la columna para mostrar en qué parte del canal espinal está presionando la hernia discal.

 

También una electromiografía (EMG) para determinar la raíz nerviosa exacta que está comprometida y una mielografía para determinar el tamaño y la localización de la hernia discal.

 

Se puede practicar una prueba de velocidad de la conducción nerviosa y una radiografía de la columna vertebral para descartar otras causas de dolor cervical o de espalda, aunque esta prueba por sí solo no es suficiente para diagnosticar una hernia. 

 

Tratamiento

 

El primer tratamiento para una hernia discal es un período corto de reposo con analgésicos, seguido o acompañado de fisioterapia. La mayoría de las personas que sigan estos tratamientos se recuperarán y volverán a sus actividades normales. Algunas necesitarán recibir tratamiento adicional, que puede incluir inyecciones de esteroides o cirugía.

 

El ejercicio y la alimentación son muy importantes para mejorar el dolor de espalda, especialmente cuando se tiene sobrepeso. Para el cuidado de la espalda en la casa se debe reducir la actividad durante los primeros días. Reiniciar lentamente las actividades habituales y evitar levantar objetos pesados o torcer la espalda durante las primeras 6 semanas después de que comience el dolor.

Después de 2 a 3 semanas, poco a poco, se puede empezar a hacer ejercicio nuevamente.