El prestigioso diario digital de Salud de Unidad Editorial, CuídatePlus, entrevistó a Manuel J. de la Torre Gutiérrez, neurocirujano y director de la Unidad Integral de Neurocirugía Equipo de la Torre.
Tal y como se indica en la entrevista, cada paciente que sufre una hernia discal requiere un estudio específico, así como un tratamiento individual. Aunque la evolución de este tipo de patologías suele ser muy favorable.
Existe un porcentaje importante de pacientes que no presenta síntomas. Sin embargo, generalmente, las hernias discales suelen producir un dolor muy intenso y agudo, debido a la presión ejercida sobre la médula o los nervios. Las hernias de disco cervicales suelen producir tortícolis en el cuello y dolor y/o acorchamiento en brazos, manos y dedos. Además, en ocasiones, “pueden causar pérdida de fuerza y sensibilidad en los brazos”, afirma De la Torre.
En el caso de las hernias discales lumbares, según describe el especialista, “la sintomatología de dolor agudo en la zona se puede combinar con un cuadro neurológico: lumbago, dolor ciático que irradia hacia la pierna pudiendo llegar hasta el pie, debilidad muscular, parestesia o sensación de hormigueo en pierna y pie, etcétera. En el menor de los casos también puede producirse incontinencia urinaria”.
“Cada hernia discal es diferente”
La localización de las hernias influye en el pronóstico y es uno de los puntos más importantes, ya que según la localización se verán más afectados unos tejidos más sensibles y dolorosos que otros. La columna lumbar es una de las zonas más propensas a sufrir hernias de disco, debido a su rango de movimiento y a la cantidad de peso que soporta.