Que el descanso es fundamental para tener una vida saludable y que el cuerpo se mantenga fuerte es algo que todos sabemos. Todos los especialistas recomiendan dormir al menos entre 7 y 8 horas cada noche, para recuperar las energías físicas y mentales gastadas durante la jornada.

Pero, obviamente, el descanso y la recuperación no son óptimos si no se realizan en las condiciones adecuadas. Eso es lo que pasa, por ejemplo, con el cuerpo. Las malas posturas durante la noche, sumadas a las acumuladas durante el día, son las causantes de muchas de las molestias y dolencias de espalda.

Por eso, los especialistas dan algunas indicaciones de las mejores posturas a adoptar para el descanso nocturno, en las que se tienen en cuenta no solo la comodidad sino también la ergonomía estructural de la columna, para que esta pueda descansar también y el sueño sea reparador en todos los sentidos.

La mejor opción: dormir boca arriba

Todos los expertos coinciden: dormir boca arriba es lo mejor para la columna. Y es que de esta forma se reposa con la columna vertebral recta, sin forzarla, y repartiendo equitativamente todo el peso del cuerpo. Para dormir boca arriba, es recomendable utilizar una almohada fina, que no eleve y arquee la cabeza demasiado y así ayude a mantener la posición recta de la columna en la parte cervical. Además, conviene colocar una almohada debajo de las rodillas para minimizar el arqueamiento de la espalda. 

Dormir de lado, otra buena elección

Dormir de lado es otra de las opciones aceptables para cuidar la espalda mientras se duerme. En esta posición la columna vertebral no sufre, siempre y cuando se utilice la almohada adecuada: alguna con un mayor grosor y densidad que en el caso anterior, ya que esa es la única manera de garantizar que el cuello quede alineado con el resto de la espalda. Además, es importante dormir con otra almohada entre las piernas, para evitar la curvatura en la zona lumbar y posteriores dolores de espalda. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta postura tiene una desventaja, y es que dormir de lado provoca presión en las extremidades, estresando los músculos y nervios y dificultando la circulación en la zona.   

La peor opción: dormir boca abajo

En general, los profesionales médicos no recomiendan dormir boca abajo. Al dormir apoyados sobre la parte delantera del cuerpo se obliga al cuello a permanecer girado durante muchas horas en una posición inadecuada. De esta manera, se somete toda la zona cervical (músculos, nervios, tendones y huesos) a un estrés continuo debido al exceso de rotación de la columna vertebral.

Dormir boca abajo puede causar serios problemas de espalda, y en especial cervicales. Para quienes no pueden conciliar el sueño en otra postura que no sea boca abajo, lo mejor es dormir sin almohada o, en su defecto, utilizar una almohada muy delgada y poco densa. De esta manera, se evita forzar todavía más la espalda.

Posición fetal, otra postura a evitar

Dormir en posición fetal es una muy mala opción para la espalda, ya que de esta manera se pierde la alineación recta que debe tener la columna vertebral.