Recomendaciones para cuidar la espalda del aire acondicionado

En pleno agosto, y con las altas temperaturas aún sacudiendo a gran parte del país, el aire acondicionado se ha convertido en el aliado de particulares y empresas para hacer frente al calor.

Pero un uso inadecuado de esta fuente de aire frío puede ser perjudicial para la salud. Según informa el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), el contacto directo del aire acondicionado con el cuerpo, especialmente con la espalda o la cara, puede provocar distintas contracturas musculares, lumbalgia y cervicalgia. 

Por ello, hay que tener cuidado con su uso cuando se está trabajando, conduciendo y, especialmente, mientras se está durmiendo.

Consejos para prevenir dolencias

 

  • Realizar estudios de temperatura en las distintas estancias de las empresas cada dos años y realizar un buen mantenimiento de los equipos de aire acondicionado para tratar de preservar una temperatura constante, programando los aparatos entre los 23 y 24 grados, ya que fuera de esta franja, el aire acondicionado no es confortable y supone además un gasto innecesario.

 

  • Evitar que el aire incida directamente sobre la piel y zonas no cubiertas por la ropa, como la cara, el cuello, el pecho, la zona abdominal o la lumbar. Si no se puede regular la dirección del difusor de aire, habría que modificar la posición de la mesa de trabajo.

Evitar la exposición directa al chorro de aire acondicionado en el cuerpo

  • En los vehículos, abrir las ventanas del coche y, una vez iniciada la marcha, encender el aire acondicionado de manera progresiva, cuando se haya conseguido disminuir la temperatura ambiente de dentro del habitáculo.

 

  • Mientras se duerme, evitar que el aire incida directamente sobre el cuerpo. Lo ideal sería programar el aire acondicionado de la habitación una hora antes de irse a dormir, y evitar tenerlo encendido toda la noche.

 

  • Si se tiene fatiga a la hora de conducir, es mejor parar a descansar, estirar los músculos, hidratarse e incluso dar una cabezada en las áreas de descanso, antes que intentar despejarse poniendo el aire acondicionado a plena potencia con el difusor dirigido a la cara y la cabeza.

 

Ante el dolor, consultar al médico

Si se sufre alguna dolencia en la zona de la espalda o cuello después de una exposición constante y prolongada al aire acondicionado, lo mejor es hacer una consulta con el especialista para asegurarse de que esa molestia no termine por convertirse en crónica.