Qué es

La estenosis espinal es una de las patologías en la columna vertebral más comunes en personas mayores de 50 años. Aunque es menos frecuente, las personas jóvenes también pueden sufrir esta patología por traumatismos fuertes. También enfermedades o patologías como la artrosis o la escoliosis hacen que las personas sean más propensas a la estenosis.

En concreto, se trata de una dolencia causada por el estrechamiento de la columna, que provoca presión sobre los nervios y la médula espinal provocando dolor.

La estenosis espinal es una de las patologías en la columna vertebral más comunes en personas mayores de 50 años

Síntomas

Como sucede en muchas de las patologías de la columna vertebral, en la estenosis espinal los síntomas pueden presentarse de forma gradual o no llegar a presentarse. En los casos en los que se producen, incluyen calambres, debilidad, entumecimiento o dolor.

En función de la altura de la columna donde se produzca la estenosis o estrechamiento, estas dolencias se sentirán en la zona cervical, que incluye hombros e incluso brazos, o en la zona lumbar, que también afectará a las piernas.

A quiénes afecta

Además de por algunas enfermedades y a consecuencia del desgaste de la edad, llamada estenosis espinal adquirida, también hay personas que nacen ya con un conducto vertebral pequeño, lo que se denomina estenosis congénita.

Enfermedades o patologías como la artrosis o la escoliosis hacen que las personas sean más propensas a la estenosis

En cualquier caso, hay algunos factores de riesgo que hacen a algunas personas más propensas a sufrirlo. Además de la mayor incidencia en mayores de 50, también las mujeres son más susceptibles de padecerla.

Las lesiones previas o las cirugías de columna pueden desencadenarla, así como algunas enfermedades o patologías, como la artrosis, los tumores espinales o la enfermedad de Paget.

Tratamiento

Cuando se sospecha estar sufriendo una estenosis, lo primero que hay que hacer es acudir a un neurocirujano que pueda evaluar si efectivamente se trata de esta patología. Para ello, el especialista realizará un examen físico y algunas pruebas, como radiografía, resonancia o tomografía.

El tratamiento puede ir desde la fisioterapia y la toma de medicamentos hasta la cirugía de columna en los casos más graves. En general, el neurocirujano podría decidir realizar una cirugía de descompresión o una de estabilización.

En el primer caso, la intención es retirar la parte que presiona los nervios y produce el dolor, mientras que en el segundo lo que se hace es inmovilizar una parte de la columna para limitar el movimiento entre las vértebras.