Las vacaciones ayudan, por lo general, a reducir el estrés y la ansiedad de las rutinas laborales y familiares, lo cual es muy positivo para la espalda. Sin embargo, el período vacacional suele conllevar posturas y algunos esfuerzos físicos que suponen un mayor riesgo para esta parte del cuerpo. Cuidar la espalda en la playa es fundamental para evitar dolencias y lesiones. 

A diferencia de lo que se cree, las hamacas y las tumbonas no son las únicas responsables de los inesperados e inoportunos dolores de espalda. Hay otras causas que pueden agudizar las molestias en vacaciones, como por ejemplo la práctica de deportes nuevos, los cambios de cama, los viajes largos sin movilidad y la carga de maletas muy pesadas. 

Qué no debo hacer en la playa si quiero cuidar mi espalda

La pregunta es recurrente al pisar la playa: ¿Es mejor una tumbona, una silla de playa o una toalla en la arena? 

Los especialistas sostienen que tumbarse mucho tiempo en una hamaca o en el suelo no es lo más recomendable para la espalda. En el primer caso, porque ésta tiende a arquearse excesivamente hacia adelante.

En el segundo, porque al ser muy duro, el suelo no se adapta a las curvas naturales de la columna vertebral.

Si la idea es tumbarse un buen rato a dormir o a tomar el sol, la postura que siempre se debe elegir es boca arriba. La postura incorrecta es hacerlo boca abajo debido a que suele modificar la curvatura de la columna lumbar. 

Para poder respirar en esta postura, hay que mantener el cuello girado durante todo ese tiempo, lo que puede ser perjudicial para el cuello y la espalda, tanto para personas sanas o pacientes con hernias discales.

Si la única postura “cómoda” es boca abajo, los consejos médicos pasan por hacerlo ligeramente de costado. De girar hacia el lado izquierdo, hay que flexionar la cadera y la rodilla derecha manteniendo estirada la izquierda.

Tumbona: ¿sí o no?

tumbonas playa espalda

Si se utilizan bien, las hamacas y tumbonas pueden ser seguras para la espalda. Lo primero a tener en cuenta: son mejores las rígidas que las de telas. En estas últimas, uno se hunde y sobrecarga la zona lumbar. 

Las rígidas tienen un mejor apoyo para la cabeza y el cuello. Como se sabe, apoyar correctamente la cabeza puede aliviar el dolor o la curvatura cervical.

Hay que evitar tumbarse sobre telas mojadas o calientes después de los baños. Aumenta la inflamación en caso de sufrir artrosis. Si la superficie está muy húmeda puede empeorar las protusiones o las hernias discales

Las caminatas en la arena

las caminatas en la playa

Para evitar lesiones en la espalda a la hora de pasear por la playa, médicos y especialistas recomiendan buscar el terreno más parecido al suelo normal, de la calle o de una casa. 

Por ende, la mejor opción para caminar en la playa es la porción de arena mojada que se encuentra cerca de la orilla. Se trata de la superficie más compacta y dura de toda la playa, lo que permite moverse realizando un esfuerzo menor. 

Otro consejo es el de ubicarse en la zona más horizontal y menos inclinada. Al estar en contacto con la arena, es preferible caminar descalzos que con zapatillas. Eso sí: los paseos deben ser cortos para evitar una fascitis plantar.