En anteriores semanas hemos venido hablando de distintas patologías que afectan a la espalda o la columna vertebral. En todos los casos estas dolencias estaban causadas por efecto de la edad, por algún traumatismo concreto o eran producto de una cuestión genética.

Hoy queremos hablarles de los dolores de espalda que no son producto de una patología específica de la columna,. Se trata de molestias o dolencias que están originadas por otras enfermedades que, en algunas ocasiones, pueden ser graves.

Se trata, entonces, del dolor de espalda como síntoma de otra patología. Aquí les contamos algunas de ellas, para que lo tengan en cuenta a la hora de decidir cuándo es necesario consultar al médico por un dolor de espalda.

Síntomas habituales del dolor de espalda

Lo primero que hay que identificar es el tipo de síntomas, las zonas afectadas y el tiempo que perduran las molestias. Y es que, a veces, hay molestias que son más habituales y comunes.

Hay dolores de espalda que no son producto de una patología de la columna

En este sentido, se considera común sentir dolor en una zona concreta de la espalda o que este sea generalizado por toda la espalda. También puede irradiarse el dolor a otras partes del cuerpo como los glúteos, las piernas o el abdomen.

Además, el dolor puede empeorar cuando se realicen determinadas actividades o posturas, como levantar algún objeto o agacharse, cuando se descanse, al sentarse o al ponerse de pie.

Es normal también que el dolor aparezca y desaparezca. Asimismo, es común que se sienta mayor rigidez o molestia nada más levantarse y que ese dolor vaya mejorando a medida que se van realizando movimientos.

Cuándo preocuparse por el dolor de espalda

Los síntomas y molestias anteriormente mencionados pueden extenderse en el tiempo sin que ello suponga motivo de preocupación. Lo normal es que los síntomas puedan alargarse desde unos pocos días hasta incluso varias semanas, hasta doce.

Sin embargo, hay algunas cuestiones que hay que tener en cuenta para saber cuándo preocuparse por el dolor y acudir al médico especialista lo antes posible. Por ejemplo, si el dolor persiste durante más de tres meses.

Se recomienda acudir al doctor cuando el dolor está acompañado de hormigueo o entumecimiento

Además, se recomienda acudir al doctor cuando el dolor está acompañado de hormigueo o entumecimiento en la zona. También es indicativo de que hay algún problema el hecho de que el dolor no mejore con la toma de medicamentos.

Cuando el inicio del dolor ocurre después de una caída o lesión, es necesario también corroborar con el especialista que la molestia no se debe a alguna patología mayor. Asimismo, si el dolor está acompañado de problemas para orinar, debilidad, dolor o entumecimiento en las piernas, pérdida de peso o fiebre, hay que acudir al médico. 

Tres enfermedades graves que causan dolor de espalda

El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) advierte de que hay dolores de espalda que pueden sugerir la existencia de una enfermedad más grave.

En este sentido, cuando el dolor de espalda está acompañado de alguna dificultad para orinar puede sugerir que existan cálculos o piedras en el riñón o incluso una infección, ya sea en los riñones o de orina.

Si el dolor se ha producido después de una caída o una lesión de espalda, conviene verificar que no haya fracturas en algún hueso o que una hernia de disco preexistente no se haya desplazado.

Un dolor de espalda acompañado de debilidad o entumecimiento en las extremidades, especialmente cuando se vincula a una pérdida de peso inesperada, puede ser indicativo de la existencia de un tumor.