El verano y las vacaciones tiene una lesión asociada: el “latigazo cervical”, que se produce por un golpe y que afecta a las estructuras del cuello y de la zona alta de la espalda.
¿La razón? Es la patología más habitual en accidentes de tráfico en velocidades muy bajas. Se estima que el latigazo cervical aparece como diagnóstico en el 30% de las coaliciones que ocurren en España.
Por lo general, se trata de una lesión que se produce en accidentes con choques frontales o con un golpe posterior. También puede ocurrir en actividades acuáticas o atracciones. “Zambullirse con poco cuidado puede provocar graves contusiones en el cuello”, explican por estos días muchos fisioterapeutas.
A esta hiperextensión cervical se la conoce como latigazo porque se produce por un movimiento rápido y enérgico del cuello, hacia atrás y hacia adelante, como el chasquido de un látigo.
Lo bueno es que el latigazo cervical es una patología limitada y bastante benigna. Los síntomas suelen disminuir con el tiempo y el pronóstico a largo plazo es favorable.
Cómo prevenir un latigazo cervical en estas vacaciones
Hay dos recomendaciones que suelen dar médicos y especialistas para reducir las posibilidades de sufrir esta lesión tras un impacto leve en una carretera: la postura y el reposacabezas.
Del primer consejo hablamos en un artículo reciente de nuestro blog. Si el conductor o los viajeros no se colocan bien en sus asientos las probabilidades de daños en las articulaciones y lesiones ante alguna maniobra brusca e imprevista aumentan de forma considerable.
La postura correcta para el conductor es sentado en un ángulo de 90 grados y con la espalda bien pegada al respaldo, que nunca debe de estar reclinado.
El segundo consejo pasa por la correcta colocación del reposacabezas. Este elemento del coche no está para que el conductor o el resto de los viajeros reposen sus cabezas sobre él.
Su principal función es evitar la hiperextensión del cuello en caso de accidente. Por lo tanto, las cabezas no tienen que apoyar sobre el reposacabezas ni tampoco estar muy alejada del mismo.
Algunos estudios e investigaciones, dan cuenta que son las mujeres de poca edad y de mucha estatura las que más sufren este mal, debido a que las vértebras del cuello de estas personas están protegidas por unos músculos muy finos, por lo que acusan más los impactos.
Síntomas y tratamientos
Los síntomas de un latigazo cervical suelen comenzar a manifestarse pocos días después de producida la lesión. Quienes lo padecen reportan estas dolencias:
- Dolor y rigidez de cuello.
- Pérdida de la amplitud de movimiento en el cuello.
- Dolor de cabeza
- Sensibilidad o dolor en los hombros.
- Hormigueo o entumecimiento en los brazos.
- Fatiga y mareos.
- Alteración del sueño.
- Irritabilidad.
Por lo general, la mayoría de las personas que sufren un latigazo cervical dejan de tener síntomas en pocas semanas. Es una patología que no suele dejar consecuencias físicas a largo plazo. No obstante, algunos pacientes siguen sintiendo dolor durante varios meses o años después de que se produjo la lesión.
Respecto al tratamiento, hay tres objetivos básicos: controlar y mitigar el dolor, restaurar la amplitud normal de movimiento en el cuello y ayudar al paciente a que regrese lo más rápido posible a sus actividades normales.
Los ejercicios más comunes para una buena rehabilitación son:
- Girar el cuello en ambas direcciones.
- Inclinar la cabeza de lado a lado.
- Doblar el cuello hacia el pecho.
- Rotar los hombros.