La hiperlordosis suele definirse como la “espalda hueca”. Es una curvatura excesiva de la columna vertebral en la espalda baja. Se trata de una patología que crea en la región lumbar una curva característica en forma de C.

Se considera una alteración en la posición de las vértebras lumbares, que conduce al aumento de la lordosis lumbar (curva fisiológica). Vale aclarar que para que un paciente reciba el diagnóstico de hiperlordosis, el aumento de la curvatura debe ser constante e involuntario, es decir, estructural. 

Esto excluye situaciones en las que la hiperlordosis es transitoria, como por ejemplo, los cambios de la postura y el reparto de cargas durante el embarazo o los efectos corporales que muchas mujeres padecen por el uso habitual de zapatos de tacón alto.

La alteración postural de estas vértebras afecta también la posición de la pelvis, por lo que además de la curvatura lordótica incrementada, muchos pacientes evidencian una anteversión de la pelvis.

Para compensar este cambio de posición, la columna torácica se mueve hacia atrás y los hombros se retraen. De esta manera, la persona afectada logra equilibrar las cargas permitiendo que los movimientos sean realizados con menor dificultad.

Causas y síntomas de la hiperlordosis 

Hiperlordosis, causas y síntomas

Las causas de esta condición son diversas. Son muchos los factores que pueden contribuir a una hiperlordosis. 

  • Patologías espinales: la hiperlordosis puede ser el resultado de otros problemas espinales subyacentes, como la cifosis, la espondilolistesis y la discitis.
  • Malas posturas: Los músculos de la región lumbar se contraen demasiado al tratar de estabilizar y sostener la columna vertebral cuando una persona pasa mucho tiempo sentada, lo que empuja gradualmente la columna vertebral fuera de su alineación. Por tanto, las personas con trabajos que requieren que estén sentados por períodos prolongados pueden tener un mayor riesgo de sufrir hiperlordosis.
  • Obesidad: El sobrepeso ejerce una presión adicional en la parte inferior de la espalda, lo que puede hacer que la columna lumbar se doble en forma de C.
  • Sedentarismo: la falta de ejercicio suele debilitar los músculos centrales alrededor del tronco y la pelvis. Los músculos débiles son menos capaces de soportar la columna vertebral, provocando que ésta se curve excesivamente.

En lo que respecta a los síntomas, esta alteración no suele causar en un principio grandes molestias. No obstante, si el aumento de la lordosis se hace crónico, se pueden desarrollar ciertas alteraciones y problemas de espalda. 

A largo plazo, la hiperlordosis puede promover la degeneración de los discos intervertebrales lumbares y desencadenar en una espondiloartrosis o en el estrechamiento del canal espinal.

Además, puede generar una desventaja funcional que dificulta la realización de ciertas actividades de la vida diaria, como levantarse o subir y bajar objetos pesados. La tensión muscular, el dolor lumbar y el hormigueo o entumecimiento en las piernas y los pies son otros síntomas habituales. 

Diagnóstico y tratamiento

Al tratarse de una alteración postural evidente, la hiperlordosis puede ser identificada fácilmente con una inspección visual y una anamnesis. Sin embargo, una radiografía sirve para medir la curvatura de la columna vertebral.

Para un diagnóstico más preciso, se necesitan imágenes por resonancia magnética o una tomografía computarizada para descartar que alguna anormalidad en el tejido blando es responsable de esta patología.

¿Cómo se trata la hiperlordosis? El objetivo de cualquier tratamiento es corregir la desalineación espinal en la parte baja de la espalda para reducir así los síntomas y molestias presentes. Los ejercicios terapéuticos bajo supervisión de un fisioterapeuta ayudan a revertir este cuadro clínico.

Cuando la deformidad del raquis lumbar y los dolores no se revierten con medidas terapéuticas, se suele practicar una cirugía correctiva, que suele ser una artrodesis del raquis lumbar.