El empleo de la neuronavegación es cada vez más común y habitual en las intervenciones de esta rama de la medicina. Es una de las innovaciones tecnológicas en la neurocirugía.

Guían al neurocirujano como si tuviese un GPS. Permite, básicamente, reconocer con toda precisión la ubicación, la forma y el volumen de la patología a tratar.

Se trata de una herramienta que permite mostrar las imágenes en tres dimensiones, reconstruidas a partir de las imágenes recogidas del TAC o resonancia magnética en tiempo real.

El término de neuronavegación está asociado a los barcos, que precisan una instrumentación sofisticada que les permita llegar a su destino. Así como tiempo atrás los navegantes llegaban a destino con sus brújulas, los neurocirujanos lograron con sus técnicas estereotáxicas grandes avances quirúrgicos en enfermedades como la epilepsia, dolor, trastornos de movimiento o psicocirugía.

Pero en la actualidad la disponibilidad de sistemas como el GPS, integrados con anteriores instrumentos (radar, corredera, sonar, etc.) han permitido realizar una navegación muy sofisticada. 

ventajas de la neuronavegación

Precisión y seguridad son dos conceptos claves para entender la importancia de la neuronavegación en este campo de la medicina. A mayor precisión y conocimiento del cirujano, mayor seguridad tiene el acto quirúrgico y menor riesgo para el paciente.

La neuronavegación es el “GPS” que dirige al neurocirujano hacia su objetivo y le ayuda a mantenerse correctamente situado, desde el punto de vista anatómico, durante todo el acto quirúrgico.

Ventajas de la neuronavegación

Este avance tecnológico ha permitido:

  •  Sustituir las guías eseterotáxicas convencionales, al llevarnos a cualquier punto del espacio con gran seguridad
  • Nos ayuda a elegir el mejor camino hacia la lesión, respetando la función
  • Nos es de gran utilidad en la resección de lesiones de gran tamaño, al guiarnos hacia los límites no visibles.

En muchos casos, la utilización del neuronavegador permite prescindir de radioscopia intraoperatoria que se utilizaba como guía en intervenciones como la hipofisectomía o los abordajes transorales.

Un aspecto a mejorar -se está trabajando en ello- es que la neuronavegación sume las posibilidades de los mapas quirúrgicos, con datos anatómicos y funcionales de cada paciente.

La neuronavegación del futuro

En un futuro no muy lejano, los neuronavegadores vendrán integrados con otras pruebas diagnósticas para poder diseñar y obtener un mapa quirúrgico milimétrico de cada paciente. El desafío es que que esta tecnología sea manipulable y superponible con mapas quirúrgicos pre y post de pacientes con similares patologías.

Son muchos los neurocirujanos que piden no conformarse con la riqueza anatómica y la precisión que van aportando las técnicas de neuronavegación. Es necesario conseguir la integración anatomofuncional, añadiendo los datos de exploración neurofisiológica intraoperatoria de manera cada vez más precisa y activa.