Casi todo el mundo conoce a alguien con escoliosis, y son muchas las personas que a lo largo de los años terminan teniendo esta dolencia. No en vano, se estima que afecta a un 3,5% de la población.

Por eso esta semana queremos contarles todo lo que hay que saber sobre esta enfermedad que no es una simple curvatura de columna y que puede derivar en problemas crónicos graves en la espalda si no se hace un seguimiento apropiado.

Qué es la escoliosis

Se define habitualmente, de forma simplificada, como una desviación lateral de más de 10º de la columna vertebral. Un 5% de la población presenta curvas de 5° de desviación lateral, lo que se considera normal.

En realidad, se trata de una deformidad de la columna en los tres planos del espacio, en la que existe un desplazamiento lateral de la columna acompañado de rotación de las vértebras y de un desplazamiento en el plano antero-posterior de la columna.

Es una desviación estructurada, es decir, hay alteraciones anatómicas en la columna que no se deben simplemente a un cambio en la postura y que no se pueden corregir voluntariamente por el paciente.

Las escoliosis cérvico-dorsal son raras, mientras que la dorsal, lumbar o ambas son más frecuentes.

Hay varios tipos de escoliosis en función de la zona de la espalda a la que afecte

Hay que diferenciar la escoliosis de la actitud escoliótica, en ocasiones llamada escoliosis no estructurada, en la que sólo hay una desviación lateral de la columna y, además, no es fija, es decir, es corregible de forma voluntaria por el paciente o pasivamente por la persona que explora al paciente.

La mayoría de los casos son leves, pero algunas deformidades de la columna vertebral continúan empeorando a medida que los niños crecen. La escoliosis grave puede ser incapacitante. Una curvatura especialmente grave en la columna vertebral reduce el espacio dentro del pecho, lo cual dificulta el funcionamiento correcto de los pulmones.

Cómo reconocerla

En general, la escoliosis no suele doler. Los motivos que llevan al paciente a una consulta médica pueden ser la presentación de un hombro más alto que otro, una escápula prominente y asimétrica, el relieve más acentuado de una de las mamas, la percepción de irregularidades o asimetrías en la ropa o la detección de curvaturas anómalas de la columna en las revisiones médicas de los colegios.

A quién afecta

En la mayoría de los casos aparece en la infancia, durante el crecimiento, y tiende a empeorar con las etapas de crecimiento más rápido. Por ello, es importante su detección precoz, con el fin de instaurar medidas terapéuticas que eviten su progresión. En la población adulta, de entre 20 y 90 años, la prevalencia aumenta considerablemente alcanzando entre el 8 y el 12% de la población.

La mayoría de las veces, la causa de la escoliosis se desconoce, y se denomina escoliosis idiopática

Causas

La mayoría de las veces, la causa de la escoliosis se desconoce, y se denomina escoliosis idiopática. Es el tipo más común y se clasifica por edad: en los niños de 3 años o menos, se denomina escoliosis infantil; en los niños de 4 a 10 años, se denomina escoliosis juvenil y en los niños mayores de 11 a 18 años, se denomina escoliosis adolescente.

Otros tipos de escoliosis

La escoliosis congénita: este tipo de escoliosis está presente al nacer. Se produce cuando las costillas o vértebras del bebé no se forman apropiadamente.
La escoliosis neuromuscular: este tipo es causado por un problema en el sistema nervioso que afecta los músculos. Los problemas pueden incluir: parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida y polio.