Aunque tiene un nombre algo complicado, es una de las técnicas quirúrgicas más usadas en el campo de la neurocirugía y una de las especialidades de la Unidad Integral de Neurocirugía Equipo de la Torre.

Hoy les vamos a hablar de la corporectomía: qué es, en qué consiste, cómo se realiza y en qué situaciones los cirujanos de columna vertebral suelen hacer uso de ella.

Qué es la corporectomía

La corporectomía es una técnica quirúrgica que se utiliza en neurocirugía para extraer un cuerpo vertebral. Se realiza habitualmente cuando es necesario descomprimir por completo alguna zona de la médula espinal.

En esta intervención, el cuerpo vertebral y el disco intervertebral adyacentes se extraen para aliviar presión sobre la médula espinal.

Cómo se realiza la corporectomía

En esta cirugía se extrae la vértebra dañada y los discos que la rodean. Para sustituirlos se inserta un injerto de hueso que permite la fusión de los segmentos de hueso.

En la operación de la corporectomía cervical, por ejemplo, se realiza una incisión en la parte frontal del cuello. Después se extraen los discos que se encuentran en la parte superior e inferior de las vértebras, así como la vértebra afectada. Tras liberar y preparar el espacio, se coloca el injerto de hueso entre las vértebras.

Este tipo de lesión requiere un abordaje similar a la hernia cervical, pero que se extiende más a lo largo de la médula (corporectomía). Se trata con una cirugía en la que es necesario incorporar un suplemento de fijación, como puede ser placas, caja u otros elementos.

Cuándo se realiza una corporectomía

Cuando hay alguna lesión en la cara anterior de la médula que produce síntomas como la pérdida de fuerza o sensibilidad de manos o pies, según la localización de la misma, es cuando suele realizarse esta cirugía.

El procedimiento también se puede usar para tratar algunas fracturas, tumores, infecciones o deformidades de la columna.

Post operatorio

Como en todas las cirugías de columna, el tiempo de recuperación después de la intervención depende en gran medida de cada paciente y de la patología concreta que se buscaba remediar con la intervención.

En general, es necesario el paso de varias semanas para la cicatrización ósea antes de iniciar la rehabilitación con algunos ejercicios con los que empezar a movilizar la zona de la columna intervenida.