La lumbalgia es una de las molestias más comunes entre la población. El dolor de las lumbares, en la parte más baja de la espalda, suele afectar a muchas personas, especialmente hombres, y lo hace a cualquier edad.

Hoy les hablamos un poco más sobre esta patología tan habitual y que produce tantas complicaciones para la calidad de vida de quienes la padecen. Y sobre todo, les damos algunos consejos para prevenir y aliviar sus molestias.

Qué es la lumbalgia

La lumbalgia o lumbago es un dolor en la parte baja de la espalda, en la zona de las vértebras L1 a L5. Puede producirse por varias causas: contracturas, alguna distensión, ciática o alguna lesión.

En general, es una patología que puede afectar tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores y aparece tanto en trabajos sedentarios como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico.

La lumbalgia es una de las molestias más comunes entre la población.

En función de su duración se puede clasificar en agudo (se alarga menos de un mes), subagudo (entre uno y tres meses) y crónico (dura más de 12 semanas).

Aunque no hay una única causa identificada para que se produzca la lumbalgia, sí hay algunos factores que incrementan la posibilidad de sufrirla. El sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el ejercicio demasiado intenso o no realizado de forma correcta, un mal colchón o el uso de tacones son algunos de estos factores.

Cómo prevenir la lumbalgia

Una de las principales recomendaciones para mantener la espalda sana y prevenir dolencias y patologías es evitar un estilo de vida sedentario, tratar de mantener la actividad física y hacer ejercicio a diario.

En la coyuntura actual, donde gran parte de la población realiza teletrabajo en lugares no adaptados ergonómicamente, es esencial también tener muy presentes los consejos de higiene postural para que la espalda no soporte tanta carga.

Además, hay ejercicios concretos que incrementan el riesgo de sufrir dolores de espalda. Un ejemplo son los que someten al cuerpo a vibraciones o los que hacen que se mantengan posturas de flexión o hiperextensión.

Realizar diariamente estiramientos y ejercicios de fortalecimiento de la espalda para mejorar el tono muscular y fortalecer la zona es también un buen mecanismo de prevención.

Cómo reducir el dolor de la lumbalgia

Para prevenir la lumbalgia hay que seguir las normas de higiene postural

Una vez que el dolor producido por la lumbalgia es un hecho, es el momento de aplicar medidas para reducirlo. Algunos consejos para ello son los siguientes:

  • No hacer reposo en cama: salvo que sea estrictamente necesario, es recomendable evitarlo, ya que hay estudios que demuestran que esto alarga el plazo de recuperación.
  • Mantener la actividad: siempre dentro de las posibilidades, pero intentar mantener la vida diaria es positivo para la recuperación.
  • No sobrecargar la espalda: hay que seguir a rajatabla las normas de higiene postural para no incrementar el tono muscular de la zona dolorida.
  • Frío o calor en la zona: en ocasiones supone un leve alivio de los síntomas.
  • Fisioterapia: habitualmente el tratamiento fisioterapéutico suele ayudar a mitigar el dolor, ya que relaja y fortalece la zona.
  • Medicamentos: los especialistas suelen recomendar en primera instancia analgésicos para esta dolencia, seguidos de antiinflamatorios y de relajantes musculares.
  • Si tras dos semanas de tratamiento farmacológico no hay resultados, en algunas ocasiones se deriva a la neurorreflejoterapia, una técnica que estimula las fibras nerviosas de la piel, relacionadas con los nervios implicados en el dolor, la inflamación y la contractura muscular.
  • Cuando el especialista determina que el lumbago es consecuencia de alguna patología, como una hernia o una estenosis, puede llegar a recomendar la cirugía.